sábado, 18 de julio de 2015

SALOMON... ¿EL PRIMER TEMPLARIO?

Representación de cómo sería el Arca
de la alianza de Moises
Sabemos que la Orden del Temple tuvo a distintas personalidades cristianas bajo su advocación. Juan el Bautista, arcángel Miguel (el guerrero) Nuestra Señora, y por supuesto, María Magdalena, la apostol de los apóstoles.

Pero, también sintieron una especial predilección por otros personajes que, tuvieron importancia en el devenir de su historia y, sobre todo, en la Energía Templaria.Uno de ellos sería Salomón. Este personaje judío, rey, sabio, eregidor del Templo que llevara su nombre, es una de las figuras más apasionantes de la Biblia, sólo comparable a Moisés, el egipcio judío, porque al igual que éste, su vida supone un punto de inflexión en la historia. Y, probablemente, por la misma razón en ambos: el Secreto que guardaron, que conocieron, que utilizaron... Y que siglos más tarde, los Freires templarios, al menos los de la Rama Oculta, también conocieron, utilizaron y, de nos donaron.

Salomón es famoso por muchas cosas, principalmente por su Templo; el mismo que escudriñaron los hermanos templarios al comenzar de su sendero iniciático. Pero lo cierto es que todo se basa en lo que guardaba, el legado de Moisés, del Faraón egipcio: el Arca de la Alianza y lo que estaba guardaba con todo celo, el Libro secreto de los Atlantes.


En efecto, como todo cuanto rodea a la Orden templaria, la mayoría se queda mirando la parte exotérica, sin entrar en la esotérica. Lo mismo sucede con el Arca de la Alianza. Todos la han buscado esperando encontrar el objeto arqueológico, las tablas de la Ley, otros elementos rituales, pero pocos lo han hecho por lo que realmente tiene importancia, por el motivo por el que, realmente, fue construida: custodiar el elemento más importante de nuestra civilización, legado de la anterior: el libro de los atlantes.´Éste, un tratado de sabiduría global, holística, de ciencias, artes, espiritualidad...

Y esto es lo que los freires buscaron en las entrañas del Templo. Lo que encontraron, Lo que conocieron, estudiaron y, finalmente, utilizaron para transformas nuestra civilización en una Sinarquía distinta a la conocida.

Por suerte, sabedores de su suerte con el Papa más asesino de la historia, y del rey innombrable, pusieron a buen recaudo Su Secreto, y desde La Rochelle, salió un barco en cuya bodega se transportó el Secreto de los secretos. No así el Arca, que todavía duerme en cierta cueva española.

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